sábado, 19 de diciembre de 2009
viernes, 18 de diciembre de 2009
La investigación comparativa del ente estatal sobre violencia intrafamiliar concluye que 4 de cada 10 mujeres sufren violencia psicológica y entre 25 y 32 han sido pateadas, arrastradas o han recibido una golpiza. Las manifestaciones de violencia y frecuencia de violencia intrafamiliar, arrojaron que entre 7 a 8 casos de cada 10 fue en algún momento forzada a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad.
Tipos de violencia Intrafamiliar
Todos estos abusos, agresiones o maltrato han sido definidos como VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. Es importante destacar que una agresión no permite suponer que existe violencia intrafamiliar en una relación, para que se pueda hablar de violencia intrafamiliar debe existir un abuso, maltrato o abandono permanente, repetido y habitual.
Se ha definido que un familia o pareja(con menos de 5 años de convivencia) que ha vivido más de tres agresiones en la historia de la relación puede estar viviendo violencia intrafamiliar. Lo fundamental para saber si se trata de un caso de violencia intrafamiliar o no, es descubrir si la pareja o familia usa la violencia como mecanismo para enfrentar y resolver las diferencias de opinión. Un ejemplo general de violencia es el caso de una familia en que cada vez que hay dos personas que tienen diferencias de opinión, uno le grita o pega al otro para lograr que "le haga caso" (sea niño, adulto o adulto mayor, el que resulte agredido).
La violencia intrafamiliar tiene muchas formas de acuerdo a quienes son los que usan la violencia y hacia quienes se dirige esta violencia, y adquiere distintas formas dependiendo de qué tipo de maltrato se trate.
Según quien sea el agredido y la forma de manifestación de la agresión se puede tipificar la violencia en Maltrato Infantil, Violencia conyugal y Maltrato a ancianos. Cada una de ellas tiene subdivisiones en cuanto a la forma en que se produce el daño hacia el otro. Esta agresión puede ser pasiva o activa y ser de distintos tipos (psicológico, sexual, físico o económico). Cabe destacar que se considera maltrato infantil (violencia pasiva) cuando los niños son testigos de violencia, ya que el daño que sufren los niños es a nivel psicológico y no se los daña directamente sino en forma indirecta.
En el caso de la violencia en la pareja o violencia conyugal se la clasifica de acuerdo a quien tiene el rol de abusador y abusado en la relación. Es cruzada cuando ambos se agreden mutuamente, es violencia hacia la mujer cuando el que maltrata y tiene el poder en la pareja es el hombre, y se trata de violencia hacia el hombre cuando la mujer ejerce la violencia hacia el hombre. En todos los casos la violencia puede ser psicológica, física, sexual o económica.(ver cuadro de los tipos de violencia y formas de agresión
VIOLENCIA INTRA FAMILIAR | MALTRATO INFANTIL | FORMAS ACTIVAS | Abuso físico |
Abuso Emocional | |||
Abuso sexual | |||
FORMAS PASIVAS | Abandono físico | ||
Abandono Emocional | |||
NIÑOS TESTIGOS DE VIOLENCIA | |||
VIOLENCIA CONYUGAL | MALTRATO HACIA LA MUJER | Abuso físico | |
Abuso emocional | |||
Abuso sexual | |||
Otras formas de abuso (económ.) | |||
VIOLENCIA CRUZADA | Abuso físico | ||
Abuso emocional | |||
Abuso sexual | |||
Otras formas de abuso (económico). | |||
MALTRATO HACIA EL HOMBRE | Abuso físico | ||
Abuso emocional | |||
Abuso sexual | |||
Otras formas de abuso (económ.). | |||
MALTRATO A ANCIANOS | FORMAS ACTIVAS | Maltrato físico | |
Maltrato Emocional | |||
Abuso financiero | |||
FORMAS PASIVAS | Abandono físico | ||
Abandono Emocional |
Fuente: Instituto de la Mujer, Santiago, Chile.
La violencia intrafamiliar y sus impactos en los niños
Para la gran mayoría de las mujeres maltratadas, el cuidado y protección de sus hijos constituye su gran preocupación. Sin embargo, muchas subestiman tanto el impacto que la violencia presencial o auditiva tiene sobre sus niños, como las oportunidades que su pareja tiene de abusar directamente de ellos sin que ella siquiera se entere.
Haber presenciado, escuchado o vivido violencia deja a los niños muy asustados, angustiados y ansiosos con respecto a su propia seguridad, a la de sus hermanos y su madre. Las amenazas que puede proferir un agresor son muy reales para los niños, quienes rápidamente aprenden a conocer las consecuencias de dichas amenazas, pueden sentirlas, escucharlas, olerlas y hasta predecirlas. En este contexto, las posibilidades de abuso directo hacia los niños y niñas es más fácil y rápido de conseguir.
Se sabe que alrededor del 60% de los niños que viven con madres agredidas también son o serán directamente abusados por el agresor de sus madres. Aún más, muchos niños y niñas suelen ser utilizados por sus progenitores como parte de la violencia perpetrada contra la mujer, sea usándolos como verdaderas armas psicológicas o físicas, obligándolos, forzándolos o alentándolos a quedarse cerca o a participar en la agresión contra la madre.
Los niños y niñas que viven situaciones de violencia intrafamiliar, al igual que sus madres, también desarrollan estrategias de alivio que a la larga pueden tener consecuencias negativas, sino devastadoras. No asistir al colegio es una de las más recurrentes, pero esta estrategia significa que tengan que decidir dónde ir durante esas horas que no estarán ni en clases ni en la casa. Esto casi siempre significa exponerse a otros riesgos. Las depresiones, el consumo de alcohol y drogas, participación en riñas callejeras y conductas autodestructivas son las estrategias de alivio más usadas por los niños y niñas en edades menos dependientes de sus madres.